viernes, 2 de abril de 2021

 Ni Claudia Rivera ni Miguel Barbosa han tenido la capacidad de brindar seguridad a los poblanos.

· El gobernador dijo en su toma de protesta: “Yo seré el responsable de la seguridad pública en mi estado”.

·  Rivera Vivanco, está peor, no prometió nada en cuestión de seguridad pública... “y no hizo nada”.

· “Si no tomamos acciones firmes, todos nos vamos a arrepentir”, advirtió el gobernador”.

· Ante la ola de delitos que sufre Puebla, los poblanos ya estamos arrepentidos.

david lópez

La delincuencia no para en Puebla, y al contrario cada día que pasa es mucho mayor, ante la complacencia o incapacidad de quienes juraron trabajar por la seguridad de los poblanos.

   Yo seré el responsable de la seguridad pública en mi estado, ofreció Miguel Barbosa el día que rindió protesta ante el Congreso local. Reprochó además que quien diga que la inseguridad es un asunto de percepción, mejor que diga que no puede, en clara alusión a la presidente municipal Claudia Rivera, que ya para esos días habían roto alianzas y entraban en confrontación, rispidez que se agravó al manifestar la alcaldesa que buscaría la reelección.

Además, Barbosa sentenció en ese mismo discurso de rendición de protesta,  que: “Si no tomamos acciones firmes, todos nos vamos a arrepentir”.

Finalmente hizo otra promesa que no ha cumplido: “Le vamos a devolver a los poblanos la paz y seguridad que no hace mucho tiempo tenían”. 

Desgraciadamente la presidente municipal Claudia Rivera ni siquiera eso prometió, mejorar la seguridad pública. Hace unos meses, ante las protestas contra su secretaria de Seguridad Lourdes Rosales por el crecimiento en el número de delitos, Miguel Barbosa le pidió a Claudia Rivera cambiar los mandos de la seguridad pública, recomendación que nunca aceptó, y al contrario, provocó momentos de confrontación. La respuesta de Claudia al gobernador fue; “su salida, (de la titular de Seguridad Pública) no se deberá a presión política, pues “así no funcionan las cosas.

Como respuesta a la terquedad de Claudia de aferrarse a proteger a Lourdes Rosales, a pesar de su ineficiencia, el gobernador Miguel Barbosa Huerta designo a Carla Morales Aguilar como delegada de seguridad en el municipio de Puebla, esto tras la suspensión del punto en el Cabildo que la nombraría secretaria de Protección Ciudadana.

En declaración, el mandatario aseguro que es su atribución hacer el nombramiento, independiente de que el Cabildo lo formalicé en una sesión que, a su decir, se realizaría y que el Cabildo claudista rechazó con la desaprobación de parte de regidores encabezados por  Rosa Márquez.

Desgraciadamente  como consecuencia de estos desaguizados entre el gobernador y la edíl, los poblanos estamos pagando las consecuencias, ya que como nunca, la delincuencia se incrementó de manera escandalosa,  sin que ni el gobierno del estado ni el Ayuntamiento puedan hacer algo para frenar los delitos.

Hace una semana afuera de un establecimiento comercial fue robada su camioneta a una familia que había sacado a pasear a sus hijas, ya que por el Covid, llevan más de un año en el encierro, pero que desgraciadamente por la inseguridad que reina en Puebla, tuvieron que sufrir la amarga experiencia de verse privadas de su camioneta, marca Nissan Quest placas AHX4485.

A pesar de que reportaron el robo al número de emergencia 911 y de que llegaron al lugar de los hechos policías municipales, quienes se limitaron a levantar el reporte del robo, pero no actuaron  de inmediato para nada, nunca hicieron el reporte al C5 y menos iniciaron operativos de búsqueda. Se limitaron a realizar el trámite burocrático con la pasividad sospechosa de darles tiempo a los delincuentes para que se fugaran con el botín.

Es decir, nadie hizo nada, ninguna autoridad movió un dedo para buscar a los delincuentes, lo que solamente viene a confirmar la complicidad entre los hampones y los cuerpos policiacos del municipio de Puebla y de Seguridad Pública del Estado.

Otro ejemplo nada más, porque a diario se dan todo tipo de delitos, es el que le ocurrió a una mujer, repartidora de la plataforma Cabify, quien sufrió un asalto a manos de dos criminales, que con armas en las manos la obligaron a entregarles su unidad de trabajo y única fuente de ingresos.

Según relató la afectada, a un diario local, que ayer por la tarde, acudió a realizar una entrega al fraccionamiento  Real Campestre a bordo de su automóvil Sentra, color gris, con placas UBB-15-07, cuando de sorpresa, y sabiendo de la impunidad de la que gozan, y con lujo de violencia, le robaron su unidad de trabajo.

Y para redondear la incompetencia de los encargados de impartir justicia, en la Fiscalía no les quisieron levantar las respectivas denuncias porque no “hay quien atienda”. En el primer caso de la camioneta Nissan, que fue el sábado de la semana pasada, el MP no se presentó a laborar citando a los afectados para el domingo en la mañana, pero que lamentablemente, tampoco se presentó a trabajar el agente del Ministerio Público, por lo que tuvieron que levantar el acta hasta el lunes.

A la asaltada del Sentra tampoco la atendieron porque como “son días santos”, nadie laboró por lo que sería hasta el lunes cuando pueda levantar su respectiva denuncia.

Ante estos botones de prueba, queda de manifiesto que los poblanos estamos en la completa inseguridad y en las manos de los delincuentes, quienes sabiendo que nadie se los podrá impedir, seguirán cometiendo todo tipo de delitos.

 

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